De la Pasión a la Resurrección: El significado del Triduo Pascual en la Semana Santa
- P. Luis Matos
- 27 mar 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 mar 2023

La Semana Santa es una de las festividades más importantes del calendario litúrgico cristiano, y el Triduo Pascual es el momento más significativo de esta celebración. El Triduo Pascual es una serie de celebraciones litúrgicas que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y que se llevan a cabo desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua. En este artículo, explicaremos el significado y desarrollo de cada una de las celebraciones que conforman el Triduo Pascual.
El Jueves Santo marca el inicio del Triduo Pascual. Durante esta celebración, se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos. Durante la misa de la Cena del Señor, se realiza la ceremonia del lavatorio de los pies, en la que se recuerda el gesto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos. Este gesto simboliza el servicio y la humildad que Jesús nos enseñó. Además, durante la celebración se hace la bendición y consagración del pan y el vino, que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
Después de la Misa, se traslada solemnemente el Santísimo Sacramento al Monumento o altar preparado para su adoración. Se invita a los fieles a acompañar a Jesús en su agonía en el Huerto de los Olivos, donde oró al Padre y sudó sangre ante la inminencia de su Pasión. Se recomienda guardar silencio y recogimiento durante esta noche y el día siguiente.
El Viernes Santo es el día en que se conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo en la cruz. Es un día de ayuno y abstinencia, en el que no se celebra la Eucaristía, sino una celebración especial de la Palabra de Dios. Durante esta celebración, se hace la liturgia de la Pasión del Señor, que consta de tres partes: la lectura de la Pasión según San Juan, la adoración de la Cruz y la Comunión. Durante la adoración de la Cruz, se ofrece un momento de reflexión y oración en honor al sacrificio de Jesús en la cruz. Se hacen las oraciones universales por las necesidades de la Iglesia y del mundo, se venera la Cruz como signo del amor salvífico de Cristo y se distribuye la comunión con las hostias consagradas el día anterior.
También se pueden realizar otras devociones populares como el Vía Crucis, que recorre las catorce estaciones del camino doloroso de Jesús hasta el Calvario, o el Sermón de las Siete Palabras, que medita sobre las últimas frases que pronunció Jesús en la cruz.
El Sábado Santo es un día de silencio y reflexión, en el que los fieles esperan la Resurrección de Jesucristo. La noche del Sábado Santo al Domingo de Pascua se celebra la Vigilia Pascual, la madre de todas las vigilias, según san Agustín. Durante la Vigilia Pascual, se celebra la Resurrección de Jesús con una serie de ritos y ceremonias. La celebración comienza con la bendición del fuego, que simboliza la luz de Cristo que ilumina las tinieblas del mundo. A continuación, se enciende el cirio pascual, que representa a Jesucristo resucitado. Durante la celebración, se leen varias lecturas bíblicas que narran la historia de la salvación, y se realiza la renovación de las promesas bautismales.
El Domingo de Pascua es el día más importante del Triduo Pascual y de toda la Semana Santa. Durante esta celebración, se conmemora la Resurrección de Jesucristo, que simboliza la victoria sobre la muerte y el pecado. Durante la misa de Pascua, se entona el Gloria, que es una oración de alabanza a Dios. Además, se efectúa la proclamación del Evangelio de la Resurrección y se celebra la Eucaristía.
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